Al momento de pensar en una producción fotográfica –ya sea de 15, de pre boda o de un aniversario importante- las decisiones no terminan al definir qué estilo y locación tendrá. Una duda muy habitual entre quienes se fotografían por primera con ese nivel de preparación profesional es cuántos cambios de ropa serán suficientes. Si bien la respuesta dependerá de cada ocasión, los especialistas tienen una clave: “menos es más”.
Hay variables a tener en cuenta al pensar qué ponerse. En principio, hay que evaluar cuántas veces nos posicionamos por horas frente a una cámara, con servicio de makeup y de vestuario. También, qué ganas o qué miedos tenemos. Si no realizamos de manera profesional producciones fotográficas, hay que realizar el número de cambios de ropa que no nos agoten. Como consecuencia inmediata del cansancio, las tomas quedan deslucidas, por más postproducción que nos ofrezcan.
Un buen asesoramiento en vestuario, ya sea ofrecido por el estudio de foto y video que contratemos o por alguna persona conocida, es aquel que logra sintetizar en looks clave el espíritu de la persona fotografiada. “La idea no es lograr que sea un desfile de moda, sino sacar lo mejor de las personas”, recomienza Matías Fernández, vestuarista de profesión que se desempeñó en grandes productoras audiovisuales del país –Polka, Endemol- y en este momento acompaña a SafeMemories desde su propio ‘consultorio de moda’.
En su mente hay un número: “Tres cambios definidos, que se exploten al máximo”, enfatiza. Si la elección del estilo fue la correcta, habrá tres grandes oportunidades para jugar y para impactar.