La fotografía permite documentar, guardar para siempre esos instantes tan importantes para la vida. Por eso, cada vez que llega un nuevo integrante a la familia, muchos papás y mamás deciden acercarse a un estudio fotográfico a realizar una producción. Del otro lado, el objetivo de la sesión es poder captar las esencias, que las imágenes reflejen las actitudes y el vínculo de esas personas, en ese momento del que seguro siempre se va tener algo para contar: la infancia de los hijos.
Las sesiones pueden durar dos horas, en función de si se acordaron cambios de ropa o no. En general se llevan a cabo en estudio, lo que garantiza la puesta profesional del esquema de luces y el fondo ideal para que resalten los protagonistas. Sin embargo, hay quienes piden realizar las fotografías en su casa o en una locación especial.
“Tratamos de documentar con fotos situaciones de la vida cotidiana”, explica Sol Da Paz, profesional especializada en fotografía de familia. Que la pareja interactúe, se ría, que tomen en conjunto al bebé o la beba. Si hay hermanos que también recibieron al recién nacido, la dinámica del juego va a hacer más relajada la jornada. Y las mejores fotos son aquellas en las que las personas se muestran naturalmente.
Nueve lunas
Si una mamá se tomó fotos durante el embarazo, puede elegir la producción “Nueve lunas”, que se completa cuando el niño nace. Con una importante participación de los papás, este tipo de fotos juega con repetir poses que se habían realizado con la panza y colocar al bebé en su lugar. Texturas suaves y claras para envolver al pequeño son un plus que transmite ternura.
“Es una experiencia maravillosa porque se crea una linda relación. Te avisan que el bebé ya nació, que está todo bien. Y pronto acordamos una nueva sesión para continuar el trabajo”, explica la fotógrafa.
Pequeños al frente
A veces, las familias deciden que el centro de la escena de una producción fotográfica sea el bebé o la beba. Algunas veces se espera a que sean un poco más grandes para que se puedan captar más expresiones, y ya pueda sentarse o jugar solito por unos minutos, mientras dispara la cámara. En ese caso, hay una consigna que no pueden fallar: que tengan los juguetes y la ropa que más le gustan.
Desde ya que los papás y los hermanos van a acompañar en la sesión. Van a ayudar a calmarlo y divertirlo, que se divierta. Y que mire a cámara para algunos buenos planos.
En cada producción donde papás e hijos son el centro, es fundamental poder conversar con el profesional que va a tomar las fotografías, para conocer los detalles de la sesión y garantizar que el producto final sea tal cual se lo espera.
Más info:
Sol Da Paz: info@soldapaz.com.ar