Casarse es para toda la vida es una decisión que conlleva muchas tareas. Desde la elección de la iglesia o el registro civil y el salón hasta la selección de las sorpresas de la fiesta, los detalles son muchos y se piensan con dedicación. A veces hay profesionales que se encargan de coordinar el armado de la boda, pero cuando son los novios los que deben responder por todo, el esfuerzo es distinto.
Saber eso no es un dato menor para el equipo de fotografía y video. Porque conocer el detrás de escena da más información para preparar el trabajo. La dedicación y el ojo atento siempre estarán, pero cuando se reconoce aquellos detalles que los protagonistas prepararon con más entusiasmo, la dedicación será plena. Por eso, siempre es recomendable sostener entrevistas previas y contarles a los profesionales cuáles son las principales expectativas.
Una cobertura dedicada tiene en cuenta dos objetivos centrales: que no falte ningún momento especial y que ningún invitado –mucho menos, los más cercanos- queden sin retratar. Es fundamental que cuando los novios reciban el material queden satisfechos, con la tranquilidad de recibir un trabajo completo y de calidad, ya que eso será lo que les recordará para siempre ese día en que dieron el “Sí”.
En el mundo de la imagen, hay un consejo que no falla para quienes trabajan con instantes únicos. Tiene que ver con “asegurar el partido”, dominar la técnica y saber leer la luz para que todo quede filmado o fotografiado. Pero no termina allí. La experiencia y el profesionalismo aportarán ideas para componer con un buen sentido estético, para hacer de cada toma una pieza de arte.