Desde que un fotógrafo agenda una fecha, sabe que en su cobertura habrá momentos que no pueden faltar. ¿Por qué? Porque son los más tradicionales o mágicos de una fiesta de casamiento o de quince, y porque los protagonistas querrán tener para recordar lo vivido. Hay fotos que no pueden faltar, y que deben estar tomadas con la calidad que no sólo da un equipo profesional, sino la expertise.
*La entrada y la salida de la iglesia: después de haber jurado amarse para toda la vida en el Civil, los novios se preparan para recibir el primer saludo de sus seres queridos como recién casados. Una toma de la novia ingresando con el padrino de casamiento, mientras el novio espera ansioso; una de ellos de espalda con el altar delante de sus ojos, una imagen de ambos caminando hacia la puerta una vez finalizada la ceremonia, y la foto final del arroz. Partes obligadas de una buena cobertura.
*El vals: es un momento único, que une la tradición del casamiento con la magia que cada pareja le da a su noche. Ya sea de la agasajada con su padre, o de los novios, la pieza muestra la alegría de la noche. Sin dudas, es uno de los instantes más emotivos.
*El corte de la torta: es un instante histórico de cada cumpleaños, un símbolo de que la celebración efectivamente sucedió. Si se trata de un cumpleaños de 15, es cuando la agasajada cierra los ojos y pide sus deseos.
*El final de la fiesta: después de largas horas de bailar y emocionarse, hay una imagen que queremos ver: la que muestra cómo llegaron los protagonistas al final de la fiesta. Muchas veces, la última toma muestra a los protagonistas con el atuendo que usaron en el carnaval carioca, sin los zapatos, con la camisa desabrochada. Sin dudas, es una síntesis de todo lo que se divirtieron en las horas de celebración.